Los beneficios de comer despacio

La velocidad con la cual gira la vida cotidiana nos imprime una aceleración antinatural. Por eso, en muchas ocasiones masticamos muy rápido, incluso sin ser conscientes de ello. No obstante, comer despacio y masticar adecuadamente los alimentos es una necesidad, no solo para bajar de peso sino también para cuidar nuestra salud gastrointestinal. ¿Por qué?

Debes saber que la sensación de saciedad es simplemente un impulso eléctrico que proviene del cerebro a partir de cambios químicos. Obviamente, para que este impulso llegue a ser consciente será necesario que pase cierto periodo de tiempo. Normalmente, cuando uno comienza a comer, la sensación de saciedad se produce como consecuencia del aumento de azúcar en sangre. Esta sensación arriba unos 20 o 30 minutos después de haber comenzado a ingerir los alimentos. Esto significa que, si comemos demasiado rápido, ingeriremos más alimentos pero la sensación de saciedad arribará únicamente cuando nos sintamos atiborrados de comida.

Por supuesto, vale aclarar que comer despacio no es una forma para bajar de peso en sí misma sino una ayuda más. Si comemos lentamente, nos sentiremos saciados al ingerir menos alimentos y podremos esperar con más paciencia hasta la próxima comida.

Además, cuando masticamos, mientras más triturados estén los alimentos, más fácil será el proceso digestivo ya que nuestro organismo deberá esforzarse menos para reelaborarlos y convertirlos en la energía que necesitamos. Algunos especialistas han llegado a afirmar que si masticamos menos de cinco veces la comida, obtendremos solo un 40% de los nutrientes contenidos en los alimentos mientras que si masticamos unas 20 veces, aprovecharemos más del 80% de los nutrientes.

A la misma vez, debes saber que la salivación permite que los alimentos no se fermenten en exceso debido a que han sido mal digeridos. De hecho, una de las medidas que deben tomar las personas que paecen de reflujo gastroesofágico es masticar adecuadamente los alimentos. Esto puede marcar una diferencia considerable en su calidad de vida.

Independientemente de los beneficios físicos que nos reporta masticar y comer despacio; este hábito también nos ayuda a relajarnos. Concentrarse en la comida y disfrutar de los alimentos es una actividad que nos permite descargar las tensiones diarias. Al contrario, si comemos de manera rápida, la ansiedad no desaparecerá sino que se acrecentará.